DON’T FORGET ME-MAGGIE ROGERS.

 La semana pasada se publicó el tercer disco de Maggie Rogers, Don’t Forget Me. 

Para este tercer trabajo, Maggie abandona las guitarras rockeras, los sintetizadores y los agudos de Surrender para volver a sonidos más acústicos y diurnos.

En Don’t Forget Me se deja el sonido nocturno y comprimido de la ciudad por el de banda sonora para los viajes de carretera de primavera-verano. Maggie Rogers se sitúa más próxima al single de 2019 , Love You For a Long Time, cuestionándose sobre el amor verdadero y abandonando la euforia del deseo de Surrender, reducido solamente a Drunk.

Las reminiscencias a Kacey Musgraves -muy notables en el banjo de Sick Of Dreaming- en parte se deben al trabajo de Ian Fitchfuk, productor de muchas de las canciones de Golden Hour , también de Ghost de Sigrid, que figura como compositor de ocho de las diez canciones del disco, además de productor. Por otra parte, la primera pista del disco, It Was Coming All Along, recuerda a John Mayer en Love On The Weekend y habla sobre el paso del tiempo al envejecer. Hay tiempo, entre la rapidez de la ciudad y de la vida, para fijarse en los detalles y para pequeños momentos existenciales en las letras que dibujan la belleza del álbum.

 Don’t Forget Me combina las guitarras springsteenianas (The Kill) con toques de folk y country -que siempre le han quedado tan bien a Maggie Rogers- , con baladas , como la bonita I Still Do, a piano en un álbum de mañana o de atardecer de verano.